EL PREVELICAO
Estoy “prevelicao”, tanto gozo no cabe en mí, por que la probabilidad haya cuajado en posibilidad y esta al fin en realidad, la de esta travesura de comunicación, una travesura cariñosa y altruista que nace de la buena voluntad de unos cuantos que aspiramos a ser muchos. El prevelicao no es un periódico, no es una revista del corazón, no es un panfleto publicitario de nadie, no es rojo ni es azul, no insulta, no es soez, no juzga ni envilece, no ensucia, no acapara, no miente ni promete, no raja, no atropella, no trepa ni somete.
Es sencillamente una voz, nuestra y libre, la voz de las gentes que desean ser de aquí, en espíritu cuando no puede ser de otro modo, decididamente la voz quiere gritar y ser oída.
Es nuestra publicación una oportunidad maravillosa para aquellos que esperaban una tribuna, un espacio, un medio para decir cosas que se sienten, cosas que se saben, pero al fin cosas nuestras que queremos compartir con los demás. Para eso estamos aquí. Para eso hemos nacido. Es nuestra responsabilidad y un privilegio el poder dar cobertura a todos y cuantos deseen participarnos de sus cosas porque el objeto de el prevelicao es perseguir la voluntad integradora de todos los pueblos de nuestra comarca acercando los unos a los otros a través de entrevistas, historias, vivencias, ocio, cultura, opinión. Todo cuanto aumente el conocimiento del otro nos ayudará y nos interesará en nuestra labor, completamente altruista. Todos somos aprendices de esto y maestros de nada. Lo que nos mueve para lanzar esta comunicación sin periodicidad reconocida es la curiosidad y la seguridad plena de que nuestro pequeño esfuerzo, que más que esfuerzo es ocio, servirá de espoleta para que una gran mayoría se anime y disfrute como nosotros de contar lo que sabe y enriquecer con su experiencia nuestra publicación.
Pero aunque somos traviesos de momento nos sometemos con humildad a la subsidiación institucional que nos asegure llegar a todos nuestros lectores, no sin la cercana esperanza de ser relativamente autosuficientes, financieramente hablando, para exponernos en solitario a la edición y publicación propias. Necesitamos y abrazamos la financiación. Sea bienvenida pues.
Ah, perdonen nuestros errores ortográficos y demás erratas de imprenta que puedan rastrear en su lectura, el maltrato de nuestro idioma no es de nuestro interés, aunque somos conscientes de que alguna que otra colleja le caerá, sin que sea esa nuestra voluntad. Esperamos su condescendencia y el de la Real Academia de la Lengua.
R.Matas
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