martes, 12 de enero de 2010

¡¡El día que fuimos 20 años más jóvenes!!


Alla por los años 62 y 63 en Arenas del Rey no había tregua para los monaguillos y el cura del pueblo, así como a los que por aquel entonces vivían en Arenas ya que cada semana nacía un niño/a y al poco tiempo comenzaban los bautizos....

Ya os podéis imaginar el ajetreo que había en el pueblo cada domingo, así... así, hasta 57 niños/as, si habéis leido bien:57.

¡Qué padres! ¡qué espermatozoiedes! ¡comó trabajaban! (de noche y de día), por lo menos lo hicieron 57 veces.

Así fue mas o menos como nació la generación de "El niño de Antoñete, la niña de Mercedes la Purilla"... y así hasta 57.

Cuarenta y tantos años después de aquello el pasado día 1 de noviembre nos juntamos buena parte de esos niños/as, 35 con sus acompañantes y celebramos dicho encuentro con una estupenda comida...al principio una mezcla de sentimientos se palpaba en el ambiente, alegría, sorpresa, emoción, recuerdos, nostalguia, admiración, abrazos y apretones de manos que hablaban por si solos....Silencios rotos por el ruido de la grganta al tragar saliva, ojos brillantes de emoción, y alegria, mucha alegría.

Entre plato y plato comenzaron las anécdotas de infancia, cuando en Arenas existían "las calles de lo hondo" y "las calles de los alto"..... como cuando una noche jugando a policías y ladrones atamos a un olivo en la puerta del cementerio a Antonio "Ubique", y como no nos decia el tesoro nos fuimos para Arenas y al llegar donde están las escuelas se escuchaban los lamentos de Antonio, nos volvimos a desatarlo pero ya que estábamos llegando alguien dijo que había escuchado algo y todos nos volvimos corriendo hacía el pueblo "cagaos" de miedo dejando al pobre Antonio allí solo ¿os acordáis Pedro, Antonio, etc? (que "angelicos" éramos).

....O cuando sacábamos el coche del padre de Pablo (lo siento Pablo ahora se enterará tu padre) de la cochera a empujones, sin arrancar hasta el final de la calle para que el padre no se enterara, y así nos íbamos a Játar a vacilar con nuestro coche, un mil quinientos gris con la bomba de la grasa del tractor incluida en el asiento de atrás, al llegar a Játar los de siempre, Pablo, Periquillo, García, Pedro Luis, etc. A continuación el ritual del muro (que lo cuente Pedro Luis en la próxima comida). Lo peor era que nos pillaba la calle cuesta arriba... o cuando se corto el pelo...

Así entre historia e historia sin darnos cuenta ese día volvimos a la niñez y ese día fuimos 20 años más jóvenes.

Fue un día inolvidable para todos, algunos recorrieron varios cientos de kilómetros para estar sólo unas horas juntos, aunque yo creo que mereció ese esfuerzo. Desde aquí también una mención especial para los acompañantes y un abrazo muy fuerte para esa chica guapa que está un poco pachucha, desearle que se mejore y decirle que la queremos, incluido su marido. Un beso guapa.

Darle también las gracias a todo el que organizó o colaboró de alguna forma para que este evento tan entrañable se llevase a cabo. Desde estas páginas os mando un saludo para todos.

Hago también un llamamiento desde aquí hacia aquellos que por una causa u otra no pudierón asistir, decirles que se animen porque si quieren ser 20 años más jóvenes este es el sitio...





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