jueves, 3 de abril de 2008
COMO SACAR PARTIDO A UNA LATA DE ATÚN
Corrían los años 60, cuando una pareja de novios de clase acomodada,
aunque eso si, del sindicato del puño, deciden casarse y pasar la luna de
miel en Granada.
Tras hospedarse en un hostal, se disponen a disfrutar de su noche de
bodas y dar rienda suelta a su amor.
Después de toda una noche de pasión, lujuria y desenfreno, tanto
afilaron la punta al lápiz que la buena señora se “escoció”.
Ya que eran tan poco dados a malgastar, y como olvidaron “la nívea”
buscaron una solución muy practica, decidieron comprar una lata de atún,
que la noche había sido larga y tenían que reponer fuerzas, y no hay mejor
hidratante y reparador que un buen aceite de oliva.
Sonia Luján
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